Electrofitness: ¿perjudicial o beneficioso?
Cada vez que veo anuncios en Internet, Redes Sociales o televisión de esta nueva moda deportiva, el electrofitness, me apetece probar. Pero nunca me he lanzado a la aventura por lo poco que sabía al respecto. Así que hace unos días me han ofrecido hacer una clase de prueba y un bono que no está tan mal de precio, que incluye las visitas del entrenador a mi casa con la máquina correspondiente para entrenarme en mi propio espacio.
Si os soy sincera, la verdad es que me lo ha planteado seriamente, porque me parece maravilloso entrenar un par de días a la semana un entrenamiento intenso, controlado por un profesional y sin moverme de casa. Pero como yo soy muy miedica para estas cosas que te dan descargas he empezado a buscar documentación avalada por estudios científicos. Claro, ahora ya no me apetece tanto apuntarme a la moda del electrofitness.
IMPLICACIONES DEL ELECTROFITNESS
Este entrenamiento, basado en las descargas eléctricas producidas por la famosa máquina a través del chaleco y la ropa específica (que por cierto hay que pagarla también), promete que con sesiones de 20 minutos semanales se consigue reducir grasa, ganar musculatura y estar en forma en general. La verdad es que esto de los 20 minutos semanales me dejaba un poco descolocada, por eso mi idea era apostar por dos sesiones como mínimo.
Bien, pues un estudio elaborado en Alemania en mujeres sedentarias, que durante un año estuvieron entrenando a través del electrofitness ha sacado a la luz conclusiones llamativas. Resulta que simplemente pudieron perder un 1 por ciento de grasa. Además, al parecer hay literatura científica que explica que el aumento de la potencia, los músculos y la fuerza es exactamente igual que el de aquellas personas que apuestan por un entrenamiento convencional bien estructurado.
A ver, no quiero ser alarmista, porque amigos que practican deporte con la electroestimulación me cuentan maravillas. Pero claro, la ciencia es la ciencia. Es verdad que las personas que están perfectamente entrenadas y realizan deporte a diario, además de los famosos 20 minutos de electrofitness, están en una condición diferente que aquellos que apuestan por esta moda deportiva siendo sedentarios. Desde luego, los milagros no existen y esto hay que tenerlo bien claro.
La revista Clinical Journal of Sport Medicine también advierte del riesgo que conlleva practicar electrofitness. En esta publicación se indica que es necesario tener en cuenta factores importantes antes de comenzar con estas sesiones de electroestimulación. La condición física, la experiencia, la edad y las posibles patologías son primordiales para aconsejar o no este deporte. Ya que es posible que una sobrecarga muscular se podría convertir en rabdomiolisis, es decir, un problema agudo en los riñones.
Así que, visto lo visto y leído lo leído, creo que me quedaré con el deporte tradicional, aparcando el electrofitness para cuando haya estudios positivos que sean concluyentes. Recordad que un deporte fabuloso es caminar todos los días.
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