Eye Contouring: cómo conseguir la mirada de Gigi Hadid
El Eye Contouring se ha puesto de moda indudablemente. Se trata de contornear los ojos con sombras oscuras y claras, exactamente igual que ocurre con el contouring de rostro. Obviamente, esta técnica no es ninguna novedad, porque yo creo que las chicas la venimos usando desde tiempos ancestrales, ¿o no? Lo que ocurre ahora es que Gigi Hadid la ha puesto en el candelero (o “candelabro”, como diría nuestra querida Sofía Mazagatos).
Al parecer, Gigi Hadid recurre a este Eye Contouring para conseguir que sus ojos parezcan más grandes y despiertos, solo apelando al maquillaje. Así que la it girl ha logrado que en el universo beauty se hable de esta técnica sin parar. De hecho, en las pasarelas que estamos viendo durante estas semanas de la moda, podemos comprobar cómo el maquillaje de ojos cobra fuerza en este sentido. Sin duda alguna, esta tendencia es perfecta para abrir la mirada y lograr ese efecto buena cara tan deseado.
LAS CLAVES DEL EYE CONTOURING PARA AGRANDAR LOS OJOS
Como he dicho antes, la clave del Eye Contouring pasa por recurrir al uso de sombras oscuras y claras, colocándolas en puntos estratégicos y lograr así un efecto buena cara. En función de lo que necesitemos podemos apostar por una intensidad mayor o menor. Para el día a día me gusta mucho esta tendencia, ya que es posible usarla creando una sensación de cara lavada, pero aportando profundidad a la mirada.
La técnica es sencilla. Simplemente hay que seguir los consabidos parámetros del contouring de rostro. Pero os voy a dar algunos truquitos. Las sombras oscuras se usan para aportar profundidad y crear definición. Por ello, es esencial utilizarlas donde queremos lograr este efecto y crear sombras. El pliegue del párpado (la famosa banana) y la zona externa del ojo son los lugares perfectos. Además, también podemos aportar más profundidad a la mirada si trazamos una pequeña sombra oscura bajo la línea de las pestañas inferiores. Pero, siempre sin llegar al lagrimal.
Por su parte, las sombras claras aportan luminosidad. Por ello, este tipo de tonos hay que usarlos en aquellos puntos de los ojos en los que incide la luz natural. El lagrimal y bajo el arco de la ceja son los lugares clave para recurrir a las sombras claras.
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