Cómo quitar manchas de jugos
de frutas de la alfombra
Absorbe
todo lo que puedas del líquido derramado usando una toalla de papel o una
toalla limpia de algodón blanco.
El tiempo es crucial para impedir que la mancha se fije permanentemente, así
que comienza a intentar absorberla cuanto antes.
Decide
cómo combatirás la mancha. Es muy
importante usar la estrategia adecuada para cada tipo distinto de alfombra. Por
ejemplo, las fibras naturales como el algodón reaccionan muy mal a los
limpiadores sintéticos de manchas (ver la advertencia en la sección inferior al
respecto de estos químicos). Además, siempre debes pensarlo dos veces antes de
limpiar alfombras antiguas o tapetes valiosos. Si tienes dudas, llama a un
limpiador profesional de alfombras.
Rocía un poco de agua sobre la
mancha. Coloca agua tibia –no caliente–
dentro de una botella con aspersor, y rocía un poco sobre el área de la
mancha. También puedes aplicar un poco de agua directamente usando una
esponja. No dejes que la alfombra se humedezca demasiado, porque el agua
abundante podría causar que la mancha se esparza.
Absorbe al agua. Usa toallas de papel para aplicar presión
sobre la alfombra y retirar el agua tibia. Nunca uses un sentimiento circular
para tallar la mancha, la presión vertical con los dedos es suficiente. Si la
mancha persiste, prueba volver a aplicar un poco de agua tibia y reabsorberla
con toallas varias veces.
Prepara una solución de limpieza. Si la mancha es muy resistente, es tiempo de
tomar acciones serias. Añade un cuarto de cucharada pequeña (1ml) de
detergente sin cloro o shampoo de alfombras a 1 litro de agua tibia –no
caliente–. Usa un recipiente grande para mezclar bien la solución.
Prueba que tu mezcla sea inofensiva
aplicándola en un rincón oculto de la alfombra. Antes de aplicar cualquier tipo de solución
de limpieza, incluyendo la sugerida en este artículo, debes probarla sobre un
pequeño pedazo de alfombro que nadie vaya a observar. Espera unos minutos. Si
la solución de limpieza decolora o afecta la alfombra de cualquier otra manera,
usa agua para enjuagarla de inmediato. Aunque el daño sea permanente, al menos
estará en un lugar discreto y no en el centro de la habitación.
Aplica la solución de limpieza (si es
segura) sobre la mancha. Moja
liberalmente una toalla blanca y limpia en el recipiente con la solución de
limpieza, y después simplemente extiende la toalla sobre el lugar de la mancha.
Masajea
la superficie de la toalla con una cuchara. Usa
la parte inferior de una cuchara para presionar ligeramente la toalla contra la
alfombra. Ve cubriendo gradualmente la extensión de la toalla, comenzando desde
los bordes exteriores, hasta llegar al centro siguiendo un movimiento en
espiral para impedir que la mancha se esparza. Este proceso permite que la
solución actúe penetrando en la alfombra sin dañar las fibras del tejido ni
esparcir la mancha.
Repite
el ciclo de aplicar la solución de limpieza. Rocía
un poco de agua tibia para absorberla de inmediato, y luego vuelve a aplicar un
poco de solución de limpieza, repitiendo el proceso de los dos pasos
anteriores. Continúa humedeciendo y secando la región mancha de la alfombra
hasta que la marca del jugo desaparezca.
Enjuaga
de nuevo la zona manchada. Rocía un poco
de agua tibia para humedecer la alfombra, y reabsorbe aplicando presión con
toallas de papel.
Seca
la alfombra. Coloca una toalla limpia de
cocina, o varias toallas gruesas de papel, sobre la región húmeda de donde
limpiaste la mancha. Coloca una bolsa de plástico encima, y luego un objeto
pesado como un libro grande para fijar las toallas en ese lugar. Espera durante
varias horas o una noche completa. Cuando retires las toallas al día siguiente,
la mancha se habrá ido por completo y no volverá a aparecer, ya que este
proceso de secado elimina los rastros de jugo hasta las fibras más profundas de
la alfombra.
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